Sinopsis: la historia se desarrolla en los EEUU de los años 70.
Está basada en la vida del Dr. Hunter “Patch” Adams, un hombre que ingresa en
un psiquiátrico por intento de suicidio. Después de las experiencias que vive
allí, decide cambiar de rumbo y estudiar Medicina. Su personalidad, en
comparación a la del resto de sus compañeros, le hace mostrar un punto de vista
más humano hacia la carrera.
En la película se tratan varios
debates interesantes (que aún hoy siguen abiertos), desde un punto de vista
humano de la Medicina. Al principio de la película, cuando Patch se halla en el
psiquiátrico, se puede ver como el médico del centro no escucha a sus pacientes.
Esto se refleja muy bien cuando tiene lugar una terapia de grupo, al mostrar la
facilidad que tiene el protagonista para ganarse la confianza de los de su
alrededor (mientras se burlan irónicamente de uno de sus compañeros) al
contrario que el médico, que acaba marchándose de la terapia molesto por la
deriva de la misma.
Posteriormente, cuando Patch
decide estudiar Medicina, este intenta dar una visión más humana a la misma
llegándose a colar en el hospital (estando en primer curso) para tratar con los
pacientes: “Ni siquiera veremos a un paciente hasta tercer curso.” Este acto
plantea una interesante pregunta acerca de las prácticas de los estudiantes de
Medicina, ¿deberíamos pasar antes por los centros de atención primaria, en vez
de ir directamente al hospital pasados dos años del comienzo de la carrera?
Además, es necesario mostrar cómo
Patch consigue cambiar a los de su alrededor, haciendo que estos se unan a su
causa. Al practicar la Medicina es muy importante conocer a la gente, es decir,
a los pacientes y reflexionar en si de verdad es necesario seguir el cliché de
“formar una barrera frente al paciente”. Una frase que aparece en la película y
que quizás nos haga pensar acerca de esto último es: “¿Qué diferencia hay entre
un científico y un médico? Las personas, nosotros tratamos con personas.”
Aspectos relevantes en el ámbito
médico que se reflejan a lo largo de la película son los siguientes: conseguir
mejorar la calidad de vida del paciente, gracias a la risa, tal y como hace
Patch; no sentirse superior al resto por el mero hecho de ser médico; ver la
situación excepcional para esa persona/paciente, evitando dejarse llevar por la
“rutina”; tratar la muerte de otra manera, centrándonos en la indiferencia
hacia ella; o simplemente llamar al paciente por su nombre.
Otro detalle interesante a
destacar es el protagonismo de los hombres en esa época en el mundo médico. En
los años 70, apenas había mujeres estudiantes de Medicina y mucho menos
profesoras o catedráticas. En el primer aspecto ha habido un cambio drástico
porque ahora son mayoría las mujeres que estudian Medicina; no obstante,
todavía falta mucho para que se llegue a la igualdad entre hombres y mujeres en
los altos cargos.
Por otro lado, hay que decir que
en EEUU no hay sanidad pública, sino que la gente va al hospital a partir de
seguros médicos. Esto representa una notable diferencia con España.
Aunque hay un momento en el que
Patch intenta tirar la toalla con respecto a su proyecto de ayudar a los más
necesitados, es importante subrayar el gran papel humano que desarrolla a lo
largo de toda la película, haciendo ver al espectador que la Medicina es algo
más que lo que viene en los libros, ponerse una bata o que te alaben únicamente
por tener tu título de doctor/a.
La película, por tanto, pone de
manifiesto el concepto esencial que debe emanar de la vocación de todo médico
que es la necesidad de curar y más aún de comprender. Se trata de una forma
apasionada de sentir la profesión médica, es una visión que se contagia pues
todos ven como se hace necesaria también para ellos ya que es reclamada. Es
agradable ver como las grandes cosas a veces empiezan con gestos pequeños,
siendo conscientes que gestos tan simples como una sonrisa cambian el mundo.
Esperamos vuestrxs comentarios :)
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