sábado, 6 de mayo de 2017

PERDER LA PIEL-Marta Allué


Sinopsis: la historia cuenta la vida de Marta Allué, más en concreto de su paso por diferentes servicios sanitarios tras un accidente que casi le cuesta la vida. Está basada en hechos reales, siendo la propia Marta la narradora de cómo consigue sobrevivir a quemaduras en su cuerpo que acaban con el 80% de su piel.

En este libro se pueden analizar varios temas interesantes, explorados desde un punto de vista antropológico, ya que tanto la protagonista como su marido (que, siendo psiquiatra, también narra su experiencia en otro libro) son antropólogos.
Uno de los aspectos más singulares que cuenta Marta es cómo la tratan en el hospital, considerándola una niña pequeña, como si hubiera perdido la consciencia y no supiera ni quién es ella ni qué le ha pasado. Esto es algo que deberíamos tener en cuenta a la hora de tratar con un paciente que se encuentra inmovilizado o inconsciente.
Quizás lxs médicxs crean que el paciente no escucha nada, pero a lo mejor simplemente es que no puede ni abrir los ojos, siendo consciente de todo lo que pasa a su alrededor. La persona está ahí, por lo que hay que interesarse por ella simplemente hablándola, ya que como dice Marta: “Hablar fue siempre mi mejor terapia.”
Existen muchos detalles, con respecto a cómo deberían tratar lxs médicxs a los pacientes, que Marta recalca a lo largo del libro. Por ejemplo, a partir de una simple pregunta se puede intentar saber cómo se siente la persona para lograr entenderla y ponerse en su lugar. Es muy importante tener en cuenta que el dolor, al igual que las emociones, es subjetivo y, por lo tanto, distintos pacientes lo van a sentir de forma diferente.
Otra visión que da de los comportamientos típicos de los profesionales sanitarios es la tendencia de los cirujanos de tapar a sus pacientes cuando están operándoles, para no ver la cara de esas personas. Es como si les consideraran objetos con el objetivo de no involucrarse emocionalmente.
No solo explica cómo se comportan lxs médicxs con ella, sino que también lo hace con respecto a lxs enfermerxs, auxiliares, celadores… Otro ejemplo de la falta de sensibilidad dentro del mundo sanitario se refleja a partir de una frase sarcástica que dice una enfermera estando Marta presente y totalmente consciente: “Es lo último que nos hubiera faltado, un quemado en la planta de quemados.” Como dijo ella, no tiene ninguna gracia.
Al pasar tanto tiempo por los hospitales, Marta ya se considera una veterana y va tomando consciencia de cómo tiene que comportarse con el personal. También tiene sus preferencias en cuanto al tipo de persona que quiere que la atienda. Ella prefiere a las médicas, en lugar de a los médicos, porque se siente más a gusto entre mujeres. Además, a los jóvenes les tiene mucho cariño, ya que les considera como sus “hijitos”, al igual que a sus alumnos cuando ejerce de profesora.
Aunque la protagonista casi consigue volver a vivir como antes, ya no es la misma. Ahora se ha hecho más fuerte e independiente. Ha llegado a este punto debido a un largo período de adaptación en el que ha sufrido, pero que ha acabado sobrellevando cambiando su actitud y parte de su personalidad.
Un ejemplo de ello es cuando tiene que hacer rehabilitación y odiando el deporte, se engancha a él de una forma un tanto obsesiva, con tal de olvidarse de su discapacidad, aislándose de su rutina en casa. Esto la lleva a acudir a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Barcelona del 92, ya en su ciudad natal. No obstante, con los que más llega a disfrutar es con los Juegos Paralímpicos porque se siente muy identificada con los deportistas que participan en las diferentes pruebas.
Marta pasa por diferentes hospitales en España e incluso en Estados unidos. Cuando sufre el accidente, la llevan al hospital de Guadalajara para inmediatamente trasladarla a la Unidad de Quemados del Hospital La Paz de Madrid. Al cabo del tiempo, al experimentar una mejoría, le permiten irse a Barcelona donde seguirá recibiendo los cuidados y atenciones oportunas.
En el libro se recalca la diferencia entre la sanidad española y la estadounidense. Marta decide operarse en Estados Unidos para mejorar sus capacidades motrices porque allí le hacen esperar menos tiempo para la realización de varias intervenciones. Además, también expone las diferencias del trato médico allí con respecto al de los médicos españoles. Esto quizá se puede explicar por la distinta manera de enseñar en las universidades, desarrollando una actitud más humana en las de Estados Unidos.
Otro de los aspectos a destacar es cómo a Marta le molesta que la gente en España se la quede mirando cuando va por la calle, comentando alguna que otra vez algo irónico a esa persona “mirona”, mientras que en Estados Unidos la gente la miraba y la gestualizaba su apoyo o incluso se ponía a hablar con ella.
Allué sigue dentro del mundo sanitario involucrada en asociaciones como “Derecho a Morir Dignamente” o porque se sigue queriendo someter a operaciones de cirugía estética para hacer más “amable” su físico.
Este libro pone de manifiesto como el ser humano es lábil, como su vida cambia en segundo y puede convertirse en otra. La novela pone de notorio como las personas somos capaces de hacer frente a estas circunstancias. Lo importante es ante todo poder asumirlo, ciertamente es esto lo que nos permite crecer. La experiencia de gente así, nos hace ver la fuerza de la que somos capaces.

Esperamos vuestrxs comentarios ;)

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